La mudanza de la cabaña de madera en estado lamentable al nuevo hogar estaba prevista para el mes de mayo. Sin embargo, cuando los obreros no trabajan, la lluvia azota la obra durante días convirtiéndola en un foso de lodo y el material lo entregan con retraso, nos encontramos de repente ante el mes de agosto. ¡La ilusión de la construcción lograda es a cambio aún más grande para Naidoo y su familia! Un momento muy especial fue cuando el grupo bíblico se reunió por primera vez en la nueva casa.
La casita es sencilla y funcional. La zona de cocinar es utilizada casi constantemente.
El reto de la vivienda:
La convivencia es para muchas familias pobres un gran reto. A menudo viven tres generaciones en un espacio reducido, en cabañas de madera y latón a punto de caerse a pedazos. Lo más penoso suelen ser las condiciones de higiene de absoluta precariedad. En las casitas que construimos nosotros preveemos una zona con WC y ducha, que permita una higiene corporal aceptable. Sin embargo, aún no conseguimos solucionar de forma satisfactoria en todos los casos el problema de desagües y materias fecales.
Dado que en las urbanizaciones apartadas no existe ningún sistema de canalización, tuvimos que construir fuera de las casas un pozo negro. De esta manera existe aún el riesgo de que las aguas subterráneas se contaminen. Continuamos buscando soluciones mejores que podamos financiar.
Los alcantarillados son baratos de construir fuera de la vivienda y se instalan sobre tierra.
La construcción del pozo negro es fatigosa.
El pozo tiene un sistema sencillo de ventilación y está cerrado.